Me paro a pensar...En el día a día, en el mes a mes, pasan los años y mi vida sigue igual. Necesito un aliciente, algo que me ayude a continuar, porque todo se me hace cuesta arriba...Veo una piedrecilla a mitad de camino, no tengo porqué tropezarme...Pero...¿Y si lo hago? ¿Y si me caigo? ¿Y si me duele? ¿Y si no me levanto? No es que sea negativa, es que me planteo los posibles caminos que pueda depararme la vida...
Si voy a la derecha, me encontraré con el éxito y dinero, si voy hacia la izquierda, felicidad y amor, pero si sigo recto, me encontraré con esa piedra que me hará tropezar. A pesar de que tengo a mi disposición dos caminos que me auguran un buen porvenir, sé que me tropezaré con esa piedrecilla, que caeré, rodaré, sufriré, pero igualmente me levantaré.
Si pudiéramos vivir sin pasión, tal vez podríamos vivir en paz, pero sin pasión, estaríamos muertos. Asique no sé qué a hacer contigo, porque me alteras, pero me sobras y me sobras, pero me FALTAS...Difícil combinación, cóctel molotov, una bomba a punto de estallar...No sé que hacer, no sé si plantarte cara o salir corriendo, todo el camino cuesta arriba, la verdad es que tengo miedo a tropezarme, a volver a caer y volver a encontrarme contigo, porque tal vez en el futuro esto pueda ser posible. Vamos del amor al odio y del odio a la necesidad. Y es que no hay mayor necesidad que la de un beso a destiempo, una caricia a cambio de súplica o un te quiero sincero.
Donde haya vida siempre habrá esperanza y es que no puedes seguir aferrándote al pasado, que al ya conocerlo, haces silencio sobre tu futuro. ¿Sabes? Veo el miedo en tus ojos, te noto temblar cuando hablas de ti, tartamudeas al verme enfrente de ti y es que sé tienes miedo a sentir y eso no te hace feliz...
Déjate llevar, que esto me da tanto miedo a mi como a ti, perdámonos en los bares de copas, brindemos con champán y olvidémonos de todo, no quiero ni pensar siquiera en respirar...Y es que estando contigo, me sobra lo demás...
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