Te pienso, te busco, te encuentro

Te pienso, te busco, te encuentro...

Estás ahí, comienzo a temblar, se acerca el momento. 

Noto como mi corazón se acelera por momentos, late tan fuerte que hasta siento miedo de que esto no sea real, despertar y ver que tan solo ha sido un sueño.

¿Qué me has hecho? 

Me rozas, tan delicadamente que casi puedo sentir tus dedos en mi corazón.

Ansiaba este momento, verte aquí, a mi lado, mirándome de esa manera, haciéndome estremecer.

Estás tan cerca... me da miedo que notes mis nervios, que veas lo frágil que soy frente a ti, porque sólo tú consigues sacar lo mejor de mi, hacer que abra mi corazón y saque todo lo bueno por ti.

Me vuelves a rozar, cierro los ojos para sentir aún más. 

Me acaricias la mejilla, bajas tus manos por mis hombros... me siento tranquila, segura, sé que contigo no tengo nada que temer, que tú cuidarás de mí.

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Me gusta levantarme cada mañana y recordar lo bonito de mis sueños, o incluso cuando no los recuerdo, me gusta porque me despierto tranquila.
Sin embargo, muchas veces me levanto alterada, angustiada, nerviosa, con ganas de llorar y gritar por las pesadillas que he tenido.
Me gusta pensar que son pesadillas... pero en realidad son todo recuerdos...
Han pasado los años y hay cosas de las que no me olvido, por desgracia. Lo he intentado, día y noche, hacer como si nunca hubiera ocurrido nada, fingir que todo fue "perfecto"... pero cuanto más trato de engañarme a mí misma por olvidar, más daño me hacen los recuerdos.
Quizás primero tendría que aceptar que ocurrió todo aquello, asumirlo de una vez por todas y desde luego no culparme ni seguir buscando explicaciones, porque no las hay.
Al final es un capítulo más de mi vida que siempre estará presente, que marcó una época y me dejó marcada a mi para siempre.
A veces me gustaría poder volver atrás, ser más lista, no permitir todo lo que pasó...

He decidido volver a ser feliz

He decidido volver a ser feliz.

Cerraré el cajón de las acusaciones, de las preguntas sin respuesta, de los momentos que nos quedamos sin vivir.

He decidido volver a ser feliz, porque me lo merezco, después de todo, tú ya lo eres, ¿no me merezco yo lo mismo?

Un antes y un después; guardaré tu recuerdo con todas las cosas bonitas de mi vida, en la caja del corazón.

He comprendido que no se trata de olvidar, ni de guardar un odio o un rencor...sino de asumir que se acabó porque algo no funcionó, sin culpables, porque éramos uno y no dos hasta entonces. Basta ya de buscar excusas y culpas.

He decidido volver a ser feliz, aquí comienza un antes y un después.

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Todos me dicen que debería odiarte, me cuentan cosas que has dicho, cosas que hiciste mientras aún fingías que me querías, pero no consigo pasar página...cada día que pasa yo me siento más vacía, más hundida, más sin ti...
Saber que vivía en una mentira me mata, no sé qué parte fue real y en cuál fingías ese amor tan incondicional.
Conquistaríamos el mundo, pensaba yo, y lo único que tu conquistabas eran otros corazones, olvidando que la que siempre estaba ahí era yo.
Fuiste mi máximo apoyo, me sentía tan fuerte a tu lado, no me dejabas caer, pero cuando más te necesitaba te encargaste de darme el toque final y me hundiste.
Cómo recuperarme ahora de esto? Cómo volver a confiar en alguien?
Miro al horizonte y solo te veo a ti, no consigo ver más allá, estoy estancada en una historia de amor que solo yo viví, que solo yo sentí.
Te odio, lo repito todos los días por si algún día consigo tener fuerza suficiente y mi corazón por fin me da una tregua.

Por qué...

Por qué no consigo olvidarte?
Por qué no encuentro esa lista de todo lo malo que hiciste, que escribí para ser fuerte y pasar página?
Por qué sigo intentando que todos sean como tú?
Por qué les pido que hagan de ti? Que culpa tendrán ellos de no alcanzarte...

Recuérdame por qué dejaste de quererme, recuérdame por qué yo no me di cuenta, recuérdame en qué momento dejaste todo morir...

Por qué son recuerdos demasiado grandes para llevarlos encima?
Por qué me diste tanto para luego marcharte?
Por qué no pudiste quedarte un rato más?
Por qué...

Por lo que fui en tu vida, solo un por qué...

Ojalá

Ojalá no me hubiera permitido quererte,
ojalá no me hubiera permitido darte todo,
ojalá no me hubiera permitido abrirme tanto a ti,
Ojalá.

Ojalá no me hubiera permitido nada contigo.

Cuando tienes todo y lo pierdes, es entonces cuando te planteas si de verdad mereció la pena tanta felicidad para luego perderlo todo de un día para otro y quedarte rota.