domingo, 21 de noviembre de 2010

Ganaste mil pulsos

Han pasado ya algo más de dos meses... Y tu recuerdo sigue tan presente como el primer día. Pensé que poco a poco, iría olvidándome un poco de aquél momento, pero no es así y aún se me hace duro volver a casa y ver que no estás.

En cada momento de bajón que tengo, pienso en que si estuvieras aún aquí, estarías conmigo... Y me gusta irme a tu rincón cuando tengo que pensar; me hace recordar cuando seguías danzando a tus aires por la casa y cuando me veías ahí te quedabas a mi lado sin moverte, haciendo como que tu también pensabas conmigo.

Me levanto muchas mañanas, pensando que se me olvidó darte de comer, que no te dejé el agua puesta y que mi madre tampoco lo hizo. Llego muchas mañanas de fiesta y lo primer que pienso es... ahora arañará un poco la puerta para que vaya a hacerle unas caricias, para que no me olvide que está ahí. Abrir armarios y que no vengas corriendo a donde estoy porque quieres tus galletas.

Había noches en las que iba solo a chincharte un poco, a jugar contigo, olvidándome de tus mil y un problemas. Si te hubiera cuidado mejor... Si hubiera sabido antes todo lo que te pasaba... De haber hecho las cosas un poco mejor... Ganaste mil pulsos, pero el último fue demasiado para ti... Pero siempre te llevo conmigo.

¿Recuerdas la semana que viviste en mi armario, porque no sabía como decirles a mis padres de tu existencia? No sé si te elegí yo, si me elegiste tu o si fue cosa del destino...
Mi regalo de Reyes, mi nueva alegría, fuiste tantas cosas ese día... Todos en casa se quejaban, pero no tardaron ni dos días en ser los primeros que iban a hacerte carantoñas, a cogerte y jugar contigo, a preocuparse por ti.

Recuerdo las palabras de alguien a los pocos días de que te fueras: "Aguantó a que volvieras de tus viajes para irse tranquilo, para poder despedirse".

Quien nunca ha tenido mascotas, puede que encuentre absurdo el echo de que un animal pueda llegar a significar tanto para alguien, hasta yo pensaba así antes de tener uno. Pero lo cierto es, que después de tantos años, se hacen un hueco demasiado especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario