sábado, 23 de octubre de 2010

Educación

El otro día iba en el metro sentada, leyendo un libro, de camino a clase y como suele ser normal, en ciertas paradas se llenan los vagones. No habían casi ni cerrado las puertas para volver a ponerse en marcha, cuando una mujer bastante entrada en edad (igual tendría sus 80 años, pero se la veía en un perfecto estado físico) me da en el hombro un toquecito y me pregunta que si no tengo intención de levantarme para que ella se siente y que vaya educación la de los jóvenes de hoy en día, que a saber cómo serían nuestros padres que no nos enseñaban a actuar respecto a las personas mayores.

Me levanté, diciendo un "disculpe, señora, siéntese" y seguí leyendo mi libro sin inmutarme lo más mínimo, hasta que volvió a llamar mi atención la forma en la que hablaba de los jóvenes con otra señora que se había sentado a su lado. "Son unos desvergonzados que no tienen educación, ni respeto alguno por las personas mayores. De haber nacido hace unos 40 años, estarían en el colegio aprendiendo cosas útiles y no las tonterías que les enseñan hoy en día".

Muy bien eso de criticar a la juventud imperfecta que hay hoy en día, nos culpan de nuestros fallos, como si ellos no hubieran sido los causantes de ello. Una falta de disciplina, un respeto que no se muestra, mil cosas que se podrían analizar.

Si quizás esa señora hubiera enseñado a sus hijos a como educar a los suyos, no estaríamos ahora mismo en esta situación de falta de una buena educación. Padres que confían sus hijos a la mejor guardería, creyendo que por unos cuantos cientos más de euros, van a salir personas más educadas, respetuosas y honradas. No sé quién va peor desencaminado, si esos padres que no saben educar a sus hijos o esos hijos que no saben escuchar los consejos vacíos de sus padres.

4 comentarios:

  1. Es curioso que saques el tema. El otro día, cuando estaba en el bus urbano, una señora montó un verdadero numerito porque el conductor no podía bajarle la rampa.El conductor intentó explicarle que la rampa no funcionaba, que no era capaz de bajarla y la señora erre que erre, obcecada en que él no quería bajarle la rampa. Finalmente bajó sin rampa, insultándole y hecha una furia, pero luego somos los jóvenes los que no tenemos educación y somos unos desvergonzados.

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  2. Esa clase de personas, se creen que el mundo tiene que pararse por ellos y que nadie más importa cuando están presentes.
    Da pena pensar que se han olvidado de que algún día también fueron jóvenes y los que eran más mayores pensaban lo mismo que piensan ellos hoy de nosotros.

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  3. Parece generalizada la percepción, en Europa sobre todo, de que algo se ha hecho mal respecto a la educación de los jóvenes. Quizá la educación que recibíeron los padres de hoy, cuando fueron hijos, fué demasiado estricta, y ya como padres quisieron dar más libertad a sus hijos, lo que ha devenido en unos hijos algo perdidos...
    La idea era que dar libertad a los hijos, ya desde pequeños, traería una sociedad mejor, y no ha sido así.
    Lo anterior, desde luego, no es una decisión unilateral por parte de los padres, más bien es una sociedad que cambia y produce experimentos: como el darles todo hecho a los hijos, lo que ha producido hijos egoistas y sin remordimientos.
    No quiero decir que no haya hijos que se esfuerzan, los hay, pero no es de estos de los que quiero hablar.
    Hoy, muchos padres tienen que "soportar" a unos hijos que no son tan jóvenes; los llamados "adultescentes": chicos y chicas que están en casa de los padres, que quieren que los traten como adultos, pero que no quieren más responsabilidades que esperar a que les pongan la comida y a que no les despierte hasta las tres de la tarde. Si bien la Economía no da para mucho hoy día, también es verdad que estos "adultescentes" son una generación de débiles en la calle, pero de soberbios en sus casas (bueno, en las casas de sus padres). La rebeldía, decía Camús, es mejor que la revolución, porque el rebelde no quiere el Poder, el revolucionario sí, siendo este último un tirano después. Los jóvenes de hoy no son rebeldes, son revolucionarios. El rebelde hoy es el que se revuelve contra la apatía y el decaímiento, el que no se conforma con que la culpa la tienen los demás (los padres, por ejemplo), el que lucha por salir adelante, el que se comporta en su casa y en la sociedad de tal manera, que es depositario de reconocimiento y respeto. En los años 60 el rebelde salía a recorrer el Mundo, a experimetnar con la vida, pues sus padres fueron autoritarios, hoy, el rebelde es el que decide labrarse un futuro, contra viento y marea, a pesar de las dificultades. Es rebelde el que, aún quedándose en casa de sus padres, dadas las circunstancias, aprovecha dicha hospitalidad para estudiar (el que tenga que estudiar), o para trabajar y ahorrar lo suficiente para poder hacer su propia familia. Es un revolucionario y un déspota el que espera el "sms" de los amigos para irse de "botellón", sin tener el deber cumplido.
    A veces, los padres, pobres padres!, no tienen más remedio que aceptar, con una sonrisa, por amor, a estos déspotas, ¿y qué culpa tienen los padres de la crisis mundial?; ¿y qué culpa los hijos?, ninguna, claro está. Yo soy Padre, y mis hijos son muy pequeños, pero ya empíezo a preocuparme...Por otro lado, la Señora de 80 años podía haberte dado las gracias por cederle el asiento, y tú no tendrías porqué darte por aludida por los comentarios de dicha Señora, pues ni ella representa a los Mayores, ni tú representas a los Jóvenes. Rebélate contra eso también!!, Un abrazo y gracias por tus comentarios.

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  4. Aquí queda muy bien esta de Mafalda >> http://plixi.com/p/52764200

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