viernes, 10 de diciembre de 2010

El toro de lidia

El toro de lidia, o también conocido como toro bravo, es criado y seleccionado principalmente para espectáculos taurinos, ya que los instintos de defensa y temperamento que tienen, junto con algunos atributos físicos, los diferencian de los toros comunes.



La tauromaquia se remonta a la Edad de Bronce, teniendo una gran importancia principalmente en España y en los países de América Central y del Sur, dando numerosos puestos de trabajo, tanto a ganaderos, que se encargan de la cría, como a toreros y demás personal que colaboran en las corridas de todos y encierros. Es un negocio que genera mucho dinero (la compra de un toro ronda entre los 3.000 y 6.000 euros, dependiendo de las características del toro), pero a pesar de ser un espectáculo que forma parte de nuestra cultura desde hace tanto tiempo, se está empezando a prohibir en muchos sitios y en otros se está reduciendo el interés, lo que conlleva a que no sean necesarios tantos toros.


Sin ir más lejos, en Salamanca, 600 de estos toros han ido a parar al matadero. El ganadero José Manuel Sánchez García-Torres, titular del hierro Sánchez Cobaleda, ha perdido cuatro generaciones de toros de lidia, que desde 1924 han ido criando, asegurando que eran toros especiales. Muchos ganaderos están teniendo que sacrificar sus reses, debido a que ya no se compran toros para espectáculos y su cría y manutención es muy costosa. Los ganaderos ven como el trabajo de muchas generaciones se ve perdido y debe ser realmente frustrante, puesto que no les queda más que una pequeña indemnización, que por supuesto, no supera las pérdidas, puesto que aparte del tema económico, son seres vivos lo que llevan al matadero.


Puesto que no es la primera vez que se pierden toros de esta manera, mucha gente empieza a quejarse si es mejor el remedio (prohibir la tauromaquia) que la enfermedad (mandar a tantos toros al matadero). Casos como este, hacen replantearse el futuro de esta raza, la de los toros de lidia, que se sigue manteniendo por la tauromaquia.

Estoy de acuerdo con la gente que piensa que las corridas de toros, es una parte de nuestra cultura cruel; un animal que por el entretenimiento de miles de personas sufre. Pero no podemos renunciar a un espectáculo de tantos años de historia y cultura.
Me atrevería a comparar la prohibición en algunos sitios, con la retirada de ciertas estatuas por toda España y el cambio de nombres de calles, por lo que simbolizaron en el pasado.
Todo forma parte de la cultura y de la historia de un país y se debe mantener, a pesar de que muchas personas estén en contra de ello.
¿Acaso no es cruel llevar un abrigo de piel? Y casi nadie se queja... Si supieran la manera en la que han matado a esos pobres animales para hacer sus abrigos...

2 comentarios:

  1. bueno empezando por que no tengo el mismo gusto de las vacas... vamos que no me gustna los toros... pero eso de prohibirlo pues no se... yo con no ir tengo bastante cada uno que haga lo que quiera, lo del maltrato a los animales esta presente en todos sitios desde los abrigos que mencionas hasta peleas ilegales de perros, gallos... la caceria tanto normal como furtiva... y ya si nos ponemos las carreras de animales... no los maltratan pero los explotan con fines economicos es como la explotacion infantil, que hay niños en la tv con tres años cantando y bailando para que sus padres hagan el agosto.
    no si la cosa es quejarse de algo cuando quiten los toros lo mismo dicen que los pajaros no tienen que estar enjaulados...

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  2. La culpa es de los toros, que siempre entran al trapo... :-P

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