Tus dedos pasando por mi piel me dijeron que esto no era un sueño, que era lo más real que me había pasado en los últimos años. Que yo para ti y tú para mi. De verdad que te deseo lo mejor, pero espero que tu a mi también.
¿Ves como se mueven las ramas del árbol que ves asomado a tu ventana? Te dicen que es un viene y va, que te hace recordar las imágenes del ayer, recuperar los momentos que vivimos y añorar la felicidad.
Caminábamos por la calle, tu me cogías de la mano y me hacías sentir tan especial, que la gente nos miraba, nos envidiaba, comentaba la felicidad que desprendíamos. Yo me perdía en tu mirada, tú te perdías conmigo y me sentía tan segura...
Me despierto pensando en ti, recordando esos días en que pasábamos a ser solo uno, escondidos tras las sábanas. Paso la mañana imaginando que tontería hubiéramos hecho juntos, mis tardes ya no saben qué hacer sino seguir pensando en ti y mis noches, mis noches se declaran en huelga.
Contemos estrellas, esperando que pase una fugaz, que nos permita volver a soñar, pedir ese deseo que se nos concede. Concesiones, eso es lo que yo quiero. Concédeme un día más, una subida al paraíso, para luego volver a bajar a la oscuridad...Aunque las tinieblas tampoco están tan mal, solo que tu no estás, pero ya me acostumbré.
Buen truco del destino.
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