jueves, 25 de agosto de 2011

La fe y Dios

¿Qué tenemos cuando no nos queda nada?


La fe, eso que podemos pasar de tener a perder en menos de un segundo, que a algunos les cuesta toda una vida encontrarla y otros que ni siquiera llegan a conocerla. 


Para los judíos, la fe significa firmeza, seguridad y fidelidad; una fe que no incluya seguridad o fidelidad, es lo mismo que separar el espíritu del cuerpo, es decir, es una fe muerta. 
Para los hebreos, la fe es la certeza de lo que se espera y la evidencia de lo que no se ve. 
Para los griegos la fe no es sólo convicción, sino obrar consecuentemente con lo que uno cree.


Nunca fui gran amiga de la religión, todo hay que decirlo, ni tampoco muy partidaria de la Iglesia católica y todo lo que ella conlleva (donaciones, confesiones, mañanas de domingo en misa, sacramentos...). Cuando eres pequeño, te dejas llevar por las creencias de tus padres, que si son creyentes, agnósticos...ateos, etc. y no es hasta que ya puedes empezar a pensar por ti mismo, que tu te planteas en qué quieres creer. 


Pasé por la etapa de negación: Dios no existe, la religión es un invento para sacarnos el dinero y creernos mejores personas, mientras seguimos haciendo el mal y pisoteando a nuestros semejantes.
Después vino el pensar que quizás Dios existía, pero yo no iba a creer algo que no me pudieran explicar con alguna demostración. 
Pero de pronto un día, te ves sola, ves que todo te sale mal, no sabes por dónde encauzar de nuevo tu vida y sin quererlo, piensas en Dios y no sabes ni cómo, ni por qué, pero ahí estás de nuevo, planteándote tu fe.


No puedo decir que a día de hoy me crea todo lo que la Biblia dice, ni sea una cristiana de los pies a la cabeza; (no soy católica) no tengo todos los sacramentos que a mi edad podría tener, no voy a misa, no me confieso y tampoco comulgo todas las semanas. ¿Acaso eso implica que no crea en Dios? La creencia no te la da el cura de tu Iglesia más cercana, ni el rezar antes de dormir, ni el hacer donativos a la Iglesia, que ni Dios sabe dónde van a parar realmente.
La fe es eso que tu creas dentro de ti, que te ayuda a seguir cada día y te acompaña cuando no hay nadie más que lo haga; la fe te da la seguridad en ti mismo que necesitas para conseguir lo que quieres en la vida.

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