Se trata de hacer lo que aún no está hecho,
de comenzar por el final y acabar sin empezar...
Ser cómplices de la magia que nos une
y culpables de los pecados que cometemos.
Escribir historias no aptas para menores de edad,
jugar a juegos prohibidos por tus padres
y mantener conversaciones que alteran tus estados.
Vivir entre el cielo y tu infierno,
sentir calor cuando hace frío
y tenerte cerca cuando el sol más quema.
Uno y dos, dos y uno, pero siempre juntos
sin ampliar la suma, sin tener que restar.
miércoles, 17 de agosto de 2011
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