lunes, 10 de octubre de 2011

Presencias

Es algo extraño, que te agobia, que te ata, que no te permite moverte, hasta te dificulta la respiración. Te atrapa, te asusta, te grita... Lo escuchas, lo notas, lo sientes, pero no puedes hacer nada.
Presencias, si, eso he dicho, presencias...y muy aterradoras, venidas del más allá o a saber de dónde, no quiero ni saberlo... ¿Quién no ha sentido alguna vez como que se apoderasen de su cuerpo?
Te acuerdas de los que ya no están, les suplicas, les ruegas, les mendigas, cualquier sinónimo es válido, todo para que te ayuden a escapar, para que te hagan volver a la realidad y despertar de la pesadilla en la que andas inmerso. Te acuerdas de Dios, también le suplicas, también le ruegas y también le mendigas; estás en un punto de extrema desesperación por intentar huir de eso que te tiene retenida...
Pero nada cambia, sigues agobiada, atada, inmóvil, sin poder salir de ese vacío negro. Notas tu propia angustia y tu agobio, pero no como en primera persona, tu cuerpo siente y tu lo notas, pero en realidad, esos sentimientos están lejos de ti. Tu cuerpo ya no es tuyo, no puedes hacer nada, intentas llamarlo, pero no reacciona, ahí sigue, paralizado, como si alguien lo tuviera algo más que retenido.
Una fuerza superior a todo lo que jamás imaginaste a tomado el poder, tiene el absoluto control de toda la situación, parecía que estas cosas solo se veían en la televisión, pero no, ahí estás tu, viéndote fuera de tu cuerpo, notando como pierdes fuerza y te alejas poco a poco, intentas gritar, pero sus gritos son más fuertes y te callan...
Presencias, si, de eso mismo hablaba...

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