domingo, 31 de enero de 2010

Lejos de tu vida y dentro de la mia..

No quiero quedarme como un maniquí mirándote, pasmada ante ti, me he cansado de carreras a contra reloj, porque nunca soy capaz de llegar a la meta, total, ¿Para qué...? Me da igual lo que piensen a mi alrededor, no tienen la menos idea de lo que siento.

Porque fue hace mucho tiempo cuando aún creía que llegaría ese día en que todo sería perfecto, pero dejaste claro que no, que todo se venía abajo, que mi mundo de yupi no era tan perfecto, que ya casi ni hablamos...Por fin me ha quedado claro que cuando dijiste "Será para siempre" realmente no lo pensabas, tranquilo, por fin lo he comprendido.

Quizás fue algo que dije, ¿Demasiado honesta para ti...? Como un niño pequeño huiste y tiene gracia, no lo niego, de verdad que la tiene, tú siempre fuiste el chico duro, el impasible, el que nunca se emociona, el que ni siente ni padece...Esa incapacidad de mostrar los sentimientos que en el fondo nos unía...Y al verte acorralado echando un pulso cabeza vs corazón, decidiste cortar por lo sano, ¿Por qué no?...Siempre te fue lo más fácil.

Solo esperaba un susurro al oído, algo parecido a siempre estaré contigo y es que sin ti se me quitan las ganas de seguir...Solo quería estar contigo y dejé lo demás al olvido, algo secundario que me dejó de importar. Saboreé la felicidad, toqué la cima y cuando creí estar segura un gran terremoto me dejó en el suelo, tirada, indefensa....

Y es que no quiero, joder, no quiero volver a llorar...Eres el responsable de que mi tiempo pase lento, un reloj de arena que espero impaciente acabe.

Nunca me sentí tan sola, como cuando de pronto no entendí por qué la vida me dijo a gritos que nunca te tuve y que por lo tanto nunca te perdí, que cuando lloraba no era real, pues no lloraba por algo pasado, sino por una película que yo misma inventé.

Que sí, que se me va de las manos, que no controlo lo que digo...¿Pero acaso lo he intentado? Me llamas inestable, me acusas de cría inmadura y te escondes tras esas palabras por miedo a decir la verdad...Bonito juego el tuyo, peo te olidas que yo también se jugar. Creo que he aprendido una lección al fin y al cabo, que no hay juego sin derrota. Y aunque siempre salí victoriosa, la suerte del principiante tiene un fin, y a mí se me acabó...Me tocó perder a mí esta vez.

Lo que me irrita es no saber lo que hice mal...

¿En qué momento llegaste a mi camino? Dichoso momento que me atormenta...LLegaste, lo iluminaste, brillabas radiante, todo parecía tan sencillo, tan perfecto...Pero la realidad es otra, ingenua de mí por creer en los cuentos de hagas, que no tengo 15 años joder, que es hora de madurar.

Nunca fue lo mío eso de confiar, de entregarse, de darlo todo por alguien que realmente te importa...Y lo hice, confié en ti hasta la saciedad, te di todo lo que tenía y lo que no y como una apisonadora arrasaste con todo lo que pudiste...Y ahora es cuando me pregunto...¿Mereció la pena...?

No hay comentarios:

Publicar un comentario